En conferencia de medios, el titular de la COFEPRIS informó que el año pasado se aseguró casi un cuarto de millón de piezas de más de 250 productos “milagro” que prometían “curar”, sin tener ninguna base científica, diversas enfermedades como cáncer, osteoporosis, obesidad, depresión, sobrepeso y artritis.
Dijo que con el propósito de que la sociedad conozca cuáles son los productos que fueron asegurados por comercializarse irregularmente y no demostrar propiedades terapéuticas, la COFEPRIS ha subido a su portal electrónico el listado con más de 250 productos “milagro”.
Además, la página de internet de la COFEPRIS contiene mayor información sobre los diez productos que más se anuncian con irregularidades y no está comprobada su eficacia terapéutica, por lo que están siendo retirados del mercado. Asimismo, se han subido dos videos en los que se advierte a la gente de que “lo que sirve para todo, no sirve para nada”.
Wikileaks -Se beneficiaron de privatización de empresas públicas, concluye legación del país vecino
EU evaluó fortunas de mexicanos que consolidaron sus riquezas con Salinas
Roberto González Amador Periódico La Jornada Lunes 14 de febrero de 2011, p.4
Para la embajada de Estados Unidos en México, varias dinastías de empresarios mexicanos que cada año figuran en la lista de multimillonarios de la revista Forbes deben sus fortunas a la privatización de empresas públicas emprendida por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari.
Es lo que afirma un despacho de la legación, cifrado como “confidencial”, que fue entregado por Wikileaks a La Jornada. Fechado en julio de 2008, a propósito de la publicación anual de la lista de multimillonarios de Forbes, el cable menciona:
“México, país en el que aproximadamente 40 por ciento de la población vive en pobreza, tiene 10 personas en la lista de multimillonarios de 2008 de la revista Forbes. Estos individuos han hecho aportaciones importantes a la sociedad, mediante la expansión de servicios en zonas marginadas y creación de empleos o donativos, pero esta concentración de la riqueza y poder económico dificulta la capacidad del país para aumentar y profundizar su competitividad en industrias importantes.”
El autor del documento, que lleva el aval del entonces embajador Tony Garza, se detiene en la relación de esos millonarios mexicanos con el poder político, pero también apunta directamente al momento en que varios solidificaron sus fortunas: la privatización de empresas realizada durante la gestión de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). En 2008 los mexicanos que figuraron en dicha lista son: Carlos Slim (Teléfonos de México), Alberto Bailleres (Grupo BAL), Germán Larrea (Grupo México), Ricardo Salinas Pliego (TV Azteca), Jerónimo Arango (ex propietario de Aurrerá, después adquirida por Wal Mart), Issac Saba (Grupo Casa Saba), Roberto Hernández (ex presidente de Banamex), Emilio Azcárraga Jean (Televisa), Alfredo Harp (ex accionista de Banamex) y Lorenzo Zambrano (Cemex). En el documento, el diplomático estadunidense que lo redactó se pregunta cómo dichos empresarios llegaron a la lista de Forbes, club en el que el requisito para ingresar es tener una fortuna personal de al menos mil millones de dólares.
Su respuesta: “Es difícil hacer generalizaciones acerca de la manera en que estos individuos acumularon su riqueza. Algunos la heredaron, otros la han acumulado con su esfuerzo por mucho tiempo. Mientras unos han asumido la necesidad de la transparencia y de modernas prácticas empresariales, otros prefieren la privacidad y las maneras tradicionales de hacer negocios. Algunos han tomado claramente ventaja de los defectos de las instituciones mexicanas y de sus relaciones con importantes figuras políticas para aumentar su riqueza”.
A continuación se afirma en el despacho diplomático: “Varias dinastías empresariales surgieron en los años de 1990, cuando el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, del Partido Revolucionario Institucional, empezó a desmontar la centralizada economía mexicana. Salinas vendió más de mil empresas estatales, que iban de fundidoras a ferrocarriles.
“Desafortunadamente, en algunos casos, esas privatizaciones llevaron a la creación de monopolios privados, que beneficiaron a algunos empresarios y políticos, mientras dejaban al mexicano promedio fuera.”
El documento, identificado como 08MEXICO2187, está dirigido por la embajada de Estados Unidos en México al Consejo de Seguridad Nacional; al Comando Sur del Ejército, con sede en Florida; al Comando Norte, y a los departamentos de Comercio, Energía y Tesoro.
El autor asegura que un “ejemplo clásico” de la forma en que empresarios se beneficiaron de sus contactos políticos durante la privatización de empresas públicas en el gobierno de Carlos Salinas es Teléfonos de México, cuyo principal accionista es Carlos Slim Helú.
“Un ejemplo clásico es la privatización de Telmex. Cuando Slim y sus socios adquirieron Telmex, en 1990, el gobierno les dio condiciones extremadamente favorables. No sólo el gobierno de México vendió el monopolio de Telmex intacto, sino estableció barreras a la competencia durante los seis años posteriores a la privatización. De manera similar, Ricardo Salinas Pliego adquirió la empresa estatal Imevisión mediante una subasta en 1993, convirtiéndola después en Tv Azteca.”
El cable menciona que los aspectos de esta concentración de riqueza y de poder económico por un grupo de empresarios no pueden ser pasados por alto, “porque varios de esos individuos controlan monopolios y oligopolios que lastran el crecimiento económico. Slim, Salinas y otros han usado su influencia para favorecerse de la política económica, favorecer sus intereses empresariales y obstaculizar a sus competidores”.
Una nueva investigación determina la adaptación de la muñeca en homínidos primitivos para conocer con más exactitud cómo se produjo la transición hacia el bipeidismo. El estudio dirigido por una investigadora del ICP fue publicado en el última número de la revista Folia Primatológica. Un equipo internacional de investigadores dirigido por Gabriele Macho del Instituto Catalán de Paleontología ha utilizado una nueva técnica para determinar la adaptación funcional de los huesos de la muñeca en homínidos primitivos. El objetivo era conocer de qué manera los Australopithecus anamensis y A. afarensis usaban las extremidades superiores, entiendendose su manera de moverse. El bipedismo es una de las características de los humanos modernos, pero no queda claro cuando se produjo el cambio a caminar sobre las dos piernas. Sin embargo, sabemos que los primeros australopitecos de África oriental, es decir, el Australopithecus anamensis presentan una morfología clara en las extremidades inferiores que indica que nuestros antepasados practicaban el bipeidismo terrestre. Pero que pasa con las extremidades superiores? Pues bien gracias a este estudio sabemos que esta especie seguía teniendo la capacidad de trepar por los árboles, sus extremidades superiores presentan una forma primitiva.
Innovación tencológica
Para obtener esta información, el equipo de investigadores utilizó un enfoque innovador para averiguarlo. Realizaron tomografías computerizadas de alta resolución del hueso capitatum (es el hueso de la parte central de la muñeca) de primates actuales con diferentes formas de locomoción y postura, y en homínidos fósiles de Kenia los Australopithecus anamensis de Kanapoi (4,2 Ma) y Au. cf. Afarensis de South Turkwell (3,5 Ma). Con el resultado de las tomografías se obtuvieron modelos virtuales que permitieron realizar pruebas biomecánicas gracias a la ingeniería actual. Con todo ello pudieron concluir que las especies con comportamientos arbóreos redirigen constantemente la carga, o fuerza hacia el lado cubital del hueso central, mientras que las especies terrestres y el BIPEDO Homo sitúan esta fuerza hacia el lado radial, es decir hacia el pulgar. Así sabemos que el Australopithecus anamensis sigue conductas arbóreas, mientras que el Australopithecus afarensis no. Esta transformación se produjo en un intervalo de hace 4,2 y 3,5 millones de años tal y como apunta el estudio.
Nadie resiste el llamado: gobernantes y opositores, funcionarios y empresarios, jefes de policía y cabezas de ONG, periodistas y encuestadores, todos por igual, acuden ante diplomáticos de Estados Unidos para contarles lo que deseen saber sobre los asuntos de México. La embajada y los consulados de Washington son confesionario, diván, ventanilla de gestiones y paño de lágrimas, para la clase política y para los notables. En no pocas ocasiones, políticos y altos funcionarios comunican a los diplomáticos estadunidenses cosas que no se atreverían a sostener en público; les adelantan, además, intenciones legislativas, les consultan esbozos de programas oficiales o les exponen situaciones de las que la sociedad mexicana no tiene conocimiento. Los representantes de Estados Unidos acreditados en México son, en conjunto, el más importante interlocutor en la vida institucional de este país. Posiblemente no sea una revelación, pero resulta, en todo caso, una confirmación de lo que siempre se ha sospechado y dicho, y que ahora se documenta en un paquete de dos mil 995 cables informativos, redactados por diplomáticos estadunidenses de diverso rango. y que fueron enviados al Departamento de Estado desde México o desde terceros países.
Este material informativo fue proporcionado a La Jornada por Sunshine Press Productions, que preside Julian Assange, portavoz y fundador de Wikileaks, y abarca cables fechados desde 1989 hasta 2010. 24 de ellos están clasificados como “secretos”; 461 se consideran “confidenciales”; 870 son “clasificados” y mil 588 han sido “desclasificados”. Es razonable suponer que se trata de un segmento de algo más amplio; así lo deja ver la disparidad numérica por años de emisión (un solo cable de 1989, 38 de 2005 y mil 206 de 2009, por ejemplo) y las referencias a documentos que no están en el conjunto. El material recibido consiste, en su gran mayoría, de reportes sobre pláticas con personalidades políticas, administrativas, mediáticas, policiales y militares, informes de reuniones, análisis regionales o temáticos de distinto calado y extensión, apuntes sobre pequeñas gestiones o bien simples reseñas insípidas de los medios nacionales. Lo que los documentos revelan, en forma aislada o leídos en conjunto, es lo siguiente:
Clase política de informantes
Existe una casi absoluta disposición de políticos, legisladores y funcionarios mexicanos para informar extensamente a los diplomáticos del gobierno estadunidense, así como una generalizada obsecuencia para con sus interlocutores de esa nacionalidad; resulta un tanto sorprendente que ninguno de los cables consigne, por parte de los informantes mexicanos, una sola crítica hacia Estados Unidos, prácticamente ningún reclamo y ni una sola expresión de hostilidad. En varios casos, los connacionales citados comparten con sus interlocutores extranjeros la preocupación por eventuales reacciones adversas de la opinión pública local hacia el gobierno del país vecino, y se esfuerzan por presentarse como socios confiables. En ocasiones, y con tono de disculpa, advierten de antemano a sus entrevistadores que tendrán que formular, en público, alguna divergencia con respecto a Washington, a fin de no parecer demasiado proestadunidenses ante la sociedad. En no pocos de los cables se consigna la sorpresa de los autores por la inesperada expresividad y el espíritu de colaboración de sus entrevistados, quienes por lo general responden a cuanta pregunta se les haga, pero no formulan ninguna. La masa de documentos proporcionados a este diario por Sunshine Press Productions no incluye comunicaciones relativas al espionaje propiamente dicho, pero queda claro que la locuacidad de políticos, funcionarios y comunicadores mexicanos casi podría ahorrarles el trabajo a los espías procedentes de la otra orilla del río Bravo. De la lectura del material se desprende que en México, por lo que toca a la clase política, el tan citado sentimiento antiestadunidense es un mito urbano. Hace medio siglo, las izquierdas, el centro y hasta las derechas convergían en una animadversión variopinta hacia Estados Unidos que se originaba, respectivamente, en el antimperialismo, en el nacionalismo revolucionario y en el rechazo católico y castizo al protestantismo anglosajón. Bajo esas expresiones ideológicas subyacía una constante incuestionable de la realidad: a lo largo de la historia de México como nación independiente, las más graves y abundantes amenazas a su seguridad, integridad y soberanía han provenido del vecino del norte. A lo que puede verse, la era del Tratado de Libre Comercio ha producido en México una casta dominante que, o bien se quedó sin memoria histórica, o bien perdió el sentido de pertenencia a su propio país. Los entrevistados hablan mal unos de otros; los funcionarios estatales y municipales acuden directamente a los representantes de Washington para pedir ayuda ante la inseguridad y el acoso de la delincuencia, y se brincan olímpicamente a la Federación; los empleados federales se quejan de los estatales y municipales; en el curso de los contactos, cada cual vela por sus propios intereses –nadie invoca la defensa o la promoción del interés nacional– y la vista de conjunto podría describirse con la expresión “cada quien para su santo”.
El proconsulado, al desnudo
En contraste, los representantes diplomáticos estadunidenses operan, casi invariablemente, con un sentido de Estado y con una cohesión que sólo se rompe en lo estilístico. Una expresión recurrente: “en beneficio de nuestros intereses”. Más allá de eso, el material informativo pone de manifiesto la insaciable curiosidad de los personeros de Washington, su avidez –casi podría decirse: su morbo– por conocer a detalle los asuntos mexicanos, y su obsesión por armar visiones de conjunto de los temas de nuestro país. Paradójicamente, el rigor empeñado en la recopilación de información no necesariamente se traduce en agudeza de entendimiento: con frecuencia, los diplomáticos dejan de ver el bosque por observar los árboles. Dan por sentado que los fenómenos delictivos se corregirán mediante acciones meramente policiales y militares; se empeñan en hurgar en el desempeño en materia de derechos humanos de miles de policías, militares y funcionarios, aunque olvidan averiguar sus antecedentes penales; en primera intención, suelen observar a sus interlocutores con distancia y escepticismo, pero acaban por creer lo que éstos les platican y, con una inocencia casi conmovedora, informan a Washington que los problemas están en vías de solución gracias al programa fulano, que hay voluntad política para enfrentar los obstáculos y terminan, de esa forma, por convertirse en creyentes casi únicos de un credo dudoso: el discurso oficial. Otra inconsecuencia notable es el prurito de los diplomáticos del norte por mostrarse “neutrales” en materia de política partidista mientras que, al mismo tiempo, exhiben una insistencia monolítica en promover, en lo económico, las “reformas” que preconiza la doctrina neoliberal. De los documentos se infiere que sus redactores realmente creen que el Consenso de Washington es consenso, y no alcanzan a ver que las tomas de posición en favor o en contra del neoliberalismo se traducen en programas partidistas; en consecuencia, ellos, los diplomáticos, se convierten en instrumentos de una flagrante intervención de su gobierno en asuntos políticos de México. A la embajada de Estados Unidos en México, es decir, a la representación del Departamento de Estado, no parece importarle que el poder público se tiña de azul, de tricolor o de amarillo, siempre y cuando la autoridad resultante se conduzca con apego a las tendencias privatizadoras, desreguladoras y depredadoras vigentes en forma declarada desde 1988. En ese punto, la injerencia es descarnada y abierta, y los funcionarios estadunidenses actúan como procónsules y, en no pocas situaciones, como gestores de los intereses empresariales de su país en un territorio intervenido desde hace lustros, no mediante el despliegue de fuerzas militares, sino por medio de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. En los días que corren, la intervención extranjera resulta particularmente inocultable en materia de seguridad y de combate a la delincuencia y al tráfico de drogas. En este terreno, los estadunidenses no se cuidan de guardar las formas y se revelan, una y otra vez, como los verdaderos conductores de la “guerra” contra la criminalidad organizada. Esa “guerra” es el más reciente conducto para la injerencia y el creciente control de Estados Unidos sobre México. Muy anterior a ella es el sometimiento voluntario a Washington por parte de políticos representantes populares, funcionarios, mandos policiales y castrenses, así como de algunos comentaristas y directivos de medios. Eso se ha dicho muchas veces y en muchos tonos, y se ha evidenciado, una vez más, en las declaraciones formuladas el lunes por el subsecretario de la Defensa del país vecino, Joseph Westphal, y complementadas el martes por la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, sobre perspectivas de ocupación militar masiva. Los casi tres mil cables diplomáticos que Sunshine Press Productions facilitó a La Jornada permiten corroborar que la intervención política y económica se adelantó, por mucho, a tales escenarios.
¿Acaso se trata de un mal chiste? ¿o quizás algun problema neurológico de tipo paranoide o histérico? Alguien bien podría pensar en un problema con el alcohol o las drogas, pero les aseguro que este temor lo tengo bien fundamentado, y para muestra de ello estos pequeños extractos de la muy conocida y prestigiosa revista proceso, y que además circularon en periodicos reconocidos como La Jornada. A continuación las notas:
El narco, con potencial para gobernar en México: subsecretario del Ejército de EU La redacción MÉXICO, D.F., 8 de febrero (apro).- Los cárteles del narcotráfico en México tienen el potencial para tomar el control del gobierno y representan un tipo de insurgencia, estima el subsecretario del Ejército de Estados Unidos, Joseph W. Westphal. Lo anterior fue sostenido por el alto funcionario del Ejército estadunidense en un foro realizado en el Hinckley Institute of Politics de la Universidad de Utah en Salt Lake City. A continuación parte de lo expuesto por Westphal y que se reprodujo hoy en los diarios estadunidenese Deseret News y Salt Lake Tribune. Además, el audio del foro está disponible en la radio pública de la Universidad de Utah. "Como todos ustedes saben existe un tipo de insurgencia en México con los cárteles de la droga en México que está justo en nuestra frontera. "Esto es quizá más una opinión personal pero que ciertamente he compartido con gente en la Casa Blanca y en otros lugares: esto no se trata sólo de drogas e inmigrantes ilegales, esto se trata potencialmente de la toma de un Gobierno por parte de individuos que son corruptos y que tienen una agenda distinta, y esto sería de nuevo, justo en nuestra frontera. "Y México es un país rico y un país importante y entonces pienso que tenemos que poner mucha más atención a lo que está ocurriendo ahí. "Porque lo que yo no quiero es alguna vez estar en una situación en la que tengamos que enviar soldados estadounidenses, y no sólo de la Guardia (Nacional) y reservistas sin balas en las cámaras (de sus armas) (...) sino una en la que tenga que enviar soldados en activo, o Guardia (Nacional) y reservistas armados y peleando una insurgencia en nuestra frontera, en violación de nuestra Constitución o que tengamos que enviarlos a través de la frontera".
WASHINGTON, 9 de febrero (apro).- El gobierno del presidente Barack Obama exteriorizó ante el Capitolio su preocupación por que el grupo terrorista Al-Qaeda establezca una alianza con el cártel de Los Zetas para, desde México, llevar a cabo ataques contra Estados Unidos. “Desde hace tiempo hemos estado pensado qué pasaría si Al-Qaeda se uniera con Los Zetas, uno de los cárteles de la droga. Y simplemente lo dejo ahí”, reveló Janet Napolitano, secretaria de Seguridad Interior del gobierno de Obama en una audiencia del Congreso federal. La eventualidad de una alianza criminal entre Al-Qaeda y Los Zetas fue mencionada por Napolitano en respuesta a una pregunta que le formuló uno de los legisladores del Comité de Seguridad Interior. El integrante de la Cámara de Representantes inquirió sobre la posibilidad de que grupos terroristas aprovechen las “bien establecidas” redes de distribución de drogas, en la frontera norte de México, para atacar objetivos en Estados Unidos. Sin embargo, Napolitano se negó a comentar más sobre esta eventual alianza “narco-terrorista”, aunque con su declaración dejó en claro que en el gobierno de Estados Unidos existen planes de contingencia para enfrentar una amenaza de esta naturaleza. En la audiencia, Napolitano también sostuvo que, como parte de la defensa de la seguridad nacional, en el gobierno de Obama existe la plena certeza de que, incluso ante un eventual contagio en la Unión Americana de la narcoviolencia que priva en México, a los cárteles se les enfrentaría con una fuerza masiva para contenerlos. “De manera pública le hemos estado diciendo a estos cárteles que no traigan su violencia a nuestra frontera. Si lo hacen, vamos a responder de una manera muy vigorosa”, anotó Napolitano. El gobierno de Obama subrayó que para combatir al crimen organizado se mantiene una muy cercana colaboración con el gobierno de Felipe Calderón, y que incluso para canalizar la amenaza que los cárteles representan, el gobierno estadunidense cuenta con personal especializado que trabaja dentro del territorio de México. “En México tenemos a individuos que trabajan en este asunto, pero nos mantenemos muy, muy vigilantes sobre esa guerra (contra el narcotráfico) que se libra al otro lado de frontera… pero tenemos que trabajar con México para terminar la guerra”, acotó Napolitano.
MILES DE FOTOGRAFÍAS HISTÓRICAS, A CATÁLOGO ELECTRÓNICO
*** Más de la mitad de las 900 mil imágenes históricas que resguarda la Fototeca Nacional, ya pueden ser consultadas e incluso adquiridas en la página Web http://fototeca.inah.gob.mx/
*** Se trata de imágenes captadas desde 1847 y que son consideradas el acervo fotográfico más importante del país y uno de los más relevantes del mundo
Más de la mitad de las 900 mil imágenes históricas que resguarda la Fototeca Nacional del INAH, consideradas el acervo fotográfico más importante del país y uno de los más relevantes a nivel internacional, ya están al alcance del público de cualquier parte del mundo, a través de un catálogo electrónico en Internet donde pueden ser consultadas e incluso adquiridas sin necesidad de ir hasta las instalaciones de este archivo, ubicado en Pachuca, Hidalgo.
Luego de varios meses de arduo trabajo de elaboración de fichas catalográficas de cada una de las fotografías, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) conformó dicho catálogo de consulta virtual, disponible en la página Web http://fototeca.inah.gob.mx/, donde los cibernautas pueden ver las miles de imágenes de este archivo, que reúne el trabajo de más de dos mil autores, organizado en 43 fondos y que da cuenta del devenir histórico de México desde 1847 hasta nuestros días.
El proyecto fortalecerá la difusión que realiza el INAH de este patrimonio documental, que da testimonio de los episodios sociales, políticos y artísticos más significativos de México, así como las formas de vida cotidiana, la evolución del paisaje, el desarrollo urbano y la paulatina transformación de la identidad de sus habitantes.
La finalidad es poner a disposición del público, en particular de investigadores y editoriales —quienes más requieren estos materiales—, el acervo de la Fototeca Nacional en formato digital.
Lo valioso de esta iniciativa es que las imágenes ya tienen fichas catalográficas realizadas por destacados investigadores, que durante años generaron la información de cada fotografía, además de que contribuirá a la conservación de las piezas originales.
Hasta el momento, ya están disponibles 470 mil imágenes con su respectiva ficha, que incluye la información histórica y descriptiva de cada una, como el o los personajes, lugar y fecha en que fue tomada, título de la serie, autor, época, proceso, fondo y formato; datos que antes sólo se obtenían directamente en la Fototeca Nacional, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
De dicha cantidad de fotografías que ya pueden ser consultadas electrónicamente, 300 mil están en alta resolución y pueden ser solicitadas por el público, mientras que las restantes —en baja resolución— deben escanearse en el caso de que alguien desee adquirirlas.
El antecedente de este proceso de digitalización de las imágenes históricas, es el trabajo de conservación, catalogación, digitalización y reproducción de los archivos, emprendido en 1993, que a su vez se tradujo en un sistema de consulta automatizado con dos módulos, uno en la Ciudad de México y otro en Hidalgo.
Dicha labor es realizada por los departamentos de Catalogación y Digitalización de la Fototeca Nacional, que clasifican, organizan, investigan y digitalizan las fotografías, a fin de conservar los materiales originales y a su vez hacerlos accesibles al público.
En este sentido, Alejandro Tabla, coordinador del proyecto del catálogo electrónico, detalló que en la actualidad la Fototeca Nacional tiene digitalizadas 700 mil fotografías de las 900 mil que integran el acervo.
“En la página de Internet ya están disponibles 470 mil fotografías con su ficha, y la meta es que en un mes se tengan en línea las 700 mil imágenes”.
Para la integración del catálogo electrónico, el proceso de digitalización se efectúa en los laboratorios libres de contaminación de la Fototeca Nacional, y con el uso de escáneres especiales, porque se trata de piezas muy delicadas, la mayoría son negativos y placas de vidrio con emulsión de plata. Además, el procedimiento debe realizarse con indumentaria adecuada.
Respecto a la consulta en el portal Web, puede efectuarse una búsqueda básica o avanzada, a partir de datos como: personajes, lugares, año, autores, fondo, formato de la fotografía original, entre otros.
La página de Internet dispone de herramientas de acceso sencillo, por ejemplo la opción “Mesa de luz” sirve para formar un proyecto de trabajo y archivar las fotos que han resultado de la búsqueda de cada usuario.
Además de consultar las imágenes en línea, éstas pueden adquirirse, el procedimiento consiste en colocar la foto en la opción “Carrito de compras” y hacer la solicitud, la cual es analizada de acuerdo con un dictamen técnico jurídico.
En la petición se deben especificar los datos del interesado y justificar el uso que se le dará al archivo fotográfico, posteriormente, vía correo electrónico se envía la autorización de la compra, con ella, se procede a hacer el pago correspondiente en el banco y cubierto éste, se envía la imagen en alta resolución para que sea utilizada en alguna publicación o según sea el caso.
Cabe mencionar que el acervo de la Fototeca del INAH, contiene además material que da cuenta de las diferentes etapas de la técnica y el arte fotográfico, así como de un extenso horizonte de disciplinas que han tenido en la fotografía una herramienta básica de trabajo, tales como la arqueología, la antropología, la arquitectura, el urbanismo, la sociología, la economía, la ecología, la salud, la astronomía y la historia.