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lunes, 23 de agosto de 2010

Psiquiatras analizan los traumas de los superhéroes

domingo 22 de agosto, 11:08 AM
Por: José Puga

Imagine: un día compra un disfraz y un rifle con municiones. Luego decide entrar con mucho estilo por la puerta de un banco y asaltarlo a tiros, por puro antojo y flanqueado por sus secuaces. O, más bien, decide adquirir por Internet un atuendo algo extravagante (infaltable la capa) y, una noche, sale a barrer con delincuentes y violadores a diestra y siniestra aunque arriesgue su propio pellejo. Si decidiera ser el primero, sería un villano, si no, un héroe. En ambos casos, ¿no estaría algo mal del cerebro?
Es obvio que para llevar a cabo mejor su tarea de paladín de la justicia o de paria de la sociedad necesitaría un anillo mágico o la fuerza de mil hombres, o bien varios millones para comprar la tecnología más avanzada. Pero dejando los superpoderes de lado, las motivaciones que conducen al altruismo suicida o a la ambición más asesina son, como resulta obvio, puramente humanas.

Esta es justamente la labor de los psiquiatras de Broadcast Thought, institución estadounidense dedicada a analizar el perfil psicológico de los héroes y villanos del cómic. "Convertirse en uno u otro está relacionado con el crecimiento después del trauma sufrido. Luego de enfrentarse a una experiencia negativa, pueden encontrar un nuevo significado y cambiar el camino de su vida", comentó el Dr. Praveen K. Kambam en una conferencia en el pasado Comic-Con.

Solo cabe recordar el origen del Guasón detallado al milímetro en el cómic “The Killing Joke” (1988): antes de caer a un pozo de químicos (lo que lo dotó de ese "look" "freak" y psicodélico), tuvo que enfrentar la repentina muerte de su esposa embarazada y cargar con la culpa de ser un comediante fracasado. En tanto, su némesis, Batman, fue un niño traumatizado antes de convertirse en el hombre murciélago. Bruce Wayne presenció el asesinato de sus padres, algo que lo marcó de por vida. No olvidar a Tony Stark, quien antes de convertirse en Iron Man fue secuestrado.
"Se trata de entender qué significado tiene todo esto en la narrativa de su vida. Sin duda, quien tiene todas estas características es Iron Man. Invierte su energía en construir un traje más moderno y completo, tiene un autoestima saludable", agrega Kambam.
Otro ejemplo que cita el especialista es el de Bruce Banner, más conocido como el Increíble Hulk. En la serie de televisión de 1977, Banner, un brillante ingeniero físico, pierde a su esposa Laura en un accidente automovilístico. "Tiene un sentimiento de culpa terrible pero cree en sus propias habilidades e invierte su energía en investigar lo que pasó durante el accidente. Ve la relación entre los rayos gamma y la fuerza sobrehumana. Copa con el problema de manera adulta", comenta Kambam.

Pero no todos tienen suficiente inteligencia emocional. Solo basta hurgar en la larga nómina de adláteres. Ahí encontramos a Jason Todd, más conocido en el universo de los tebeos como Robin. Rescatado de la delincuencia por Batman (quien lo conoció por primera vez mientras intentaba robar las llantas de su Batimóvil), Robin queda marcado para siempre luego de ser asesinado sin piedad por el Guasón. Tal como lo relata el cómic "Batman: A Death in the Family" (1988), cuando resucita, Robin culpa directamente a Batman de no haberlo podido salvar.

"Lo acusó de no ser un héroe lo suficientemente eficiente. Por eso Jason cruza la línea ética de Batman y toma la justicia en sus manos. Es ahí que revive a Red Hood", cuenta el Dr. Eric Bender, quien añade un dato más que interesante: la importancia de la figura paternal en la vida de estos personajes.

"Al rechazar a Batman, Robin pierde su figura paternal. Cabe recordar además que su papá era un ladrón, era empleado de Dos Caras, y su madre desapareció. Tiene un claro sentimiento de inseguridad que denota rechazo o ausencia", agrega Bender. "Robin jamás pudo quitarse de encima el sentimiento de venganza ?añade Bender? Además desobedecía las órdenes de Batman buscando villanos por su propia cuenta. La pregunta clave es ¿Robin estaba destinado a convertirse en villano?".



PURA ANSIEDAD


Los doctores de DEPT ). Caracterizado por frecuentes pesadillas, "flashbacks" y un sentimiento de enajenación con los otros, este mal mental lleva a no poder controlar las emociones, a perder la paciencia e ir directo a la violencia.

"Wolverine no cumple con estos requisitos, pero tiene muchos de estos síntomas. Tiene mucha irritabilidad. Algo interesante es que tiene un olfato muy sensible que no queda claro si es por su talento o por un estado de ansiedad generalizado", explica Kambam.
Otro caso es el de El Castigador ("The Punisher"), quien en su adaptación al cine del 2004, luego de perder a su familia, se encierra en su apartamento con una pistola. Luego del trágico suceso, evita el contacto social a niveles paranoides. "La denominada "Culpa del sobreviviente" es muy común en veteranos de guerra y superhéroes. En la vida real a veces quienes tienen DEPT abusan de drogas y se meten en situaciones de alto riesgo", aclara Kambam. Si el mundo admira a estos sujetos, ¿no deberíamos acompañar al Guasón y a otros en el psiquiátrico de Arkham? Algo de locura padecemos.



EL GUASÓN


El Guasón es considerado por muchos como el villano más desquiciado. ¿acaso una buena dosis de antidepresivos y ansiolíticos calmarían su enfermedad? "Su comportamiento es psicopático y está más acentuado en la personalidad del individuo. por eso, es difícil erradicarlo. En este caso se tiende a aislar al individuo del resto de la sociedad. El medicamento puede frenar una psicosis, pero al Guasón no", explica el dr. Praveen K. Kambam.

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